Se llama cavitación a la formación de burbujas que origina la vibración sónica. Dichas burbujas pueden ser estables, crecer y colapsarse (implosión), ejerciendo con ello una acción mecánica sobre el tejido adiposo destruyéndolo de una forma no invasiva e indolora.

Las sesiones de cavitación combinadas con otras técnicas como la electroporación y la presoterapia actúa en la remodelación corporal dando lugar a una importante pérdida de perímetro, actuando no sólo sobre la adiposidad localizada sino también sobre la celulitis y la flacidez cutánea.

Una sesión se divide en distintas partes, primero se combina la acción de la cavitación con corrientes de electroporación (que permearán en la zona a tratar principios activos para drenar, tonificar, reafirmar, etc. en función al objetivo perseguido). Tras la aplicación de ambas técnicas se realiza un drenaje mediante presoterapia para ayudar a eliminar la grasa que se haya podido liberar.

Depende de la zona a tratar, pero por lo general suele ser unos 40 minutos de ultrasonidos combinados con radiofrecuencia más 20 minutos de drenaje.